lunes, 21 de septiembre de 2009

"Ferretero": profesión, oficio o ministerio

Sin lugar a dudas podría catalogar a quienes atienden un mostrador de ferretería en alguno de los lítulos de esta nota. El primero de los términos "profesión" según nos dice el diccionario de la real academia es la facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución. Por supuesto que podríamos enmarcarnos en esta expresión, pero antes de ser llamados profesionales, tenemos que contar en nuestro haber con una serie de conocimientos y estudios sobre la materia. Nadie nace ferretero, pero el día a día nos enseña a crecer en nuestro trabajo. Hay veces que se tiene la suerte de contar con un buen maestro, lo cual acelera el enriquecimiento de nuestro acervo, pero debemos sobre todo no conformarnos con permanecer, sino con superarnos, estar atentos, y para ello habremos de utilizar todos nuestros sentidos, observando siempre de donde podamos aprender. Además tendremos que adaptarnos a los cambios y las nuevas necesidades que el mercado exige. Un ferretero para sentirse profesional, debe tener conocimientos en todos los rubros que trabaja. El cliente nos valorará y diferenciará si a nuestra mercadería le agregamos el valor agregado de nuestro saber, que previamente habremos de adquirir, a través de los estudios que realizamos. Un buen ferretero debe conocer de electricidad, pinturas, sanitarios, gas, etc. Si, es mucho, usted podrá decirme, pero yo le contesto que toda esta complejidad es lo que nos diferencia, y si lo cree imposible solo piense en todo el tiempo que invierte un filósofo, como para dar un ejemplo, en conocer de su ciencia, podría decir que toda una vida no le alcanza. El buen ferretero no solo es vendedor sino también al ser profesional en la materia, ayuda al cliente para que pueda , él mismo satisfacer sus necesidades, o aconseja y deriva en el caso de que algo requiera la atención de un profesional en otra materia. En este blog incluiré también enseñanzas de nuestro oficio, para darle a usted una herramienta más en el desarrollo de su negocio, pero aguarde vayamos paso a paso. Sigamos con nuestro tema. Hoy en día existen libros de comercialización muy interesantes, adquiéralos, héchele un vistaso y rescate todo aquello que crea positivo. También la Internet puede ser su aliada. En lo personal no solo acudo a lo mencionado, sino también visito exposiciones y realizo cursos. No dejo de leer los folletos de los productos y de interiorizarme donde mis conocimientos no llegan. Un buen ferretero no debe jamás dejar de especializarse . Si no lo hace es porque ya le llegó la hora de retirarse o porque no es su verdadera vocación. Y que grave problema si no es su vocación, ya que se verá reflejado automáticamente en el mostrador, y ocurre cuando el comerciante atiende mal, sus negocios están estancados o involucionan, pero si no es así, nunca es tarde para rearmar la organización, convirtiendo a su negocio en productivo y lo que es mucho más interesante: en que sea placentero. En lo personal nunca trabajo por el dinero, no pienso jamás en cuanto voy a ganar, trabajo para tener un comercio que se destaque de los demás, que lidere una zona, que sea un referente a la hora de cubrir necesidades, y créame siguiendo estas pautas, nunca me faltan los fondos necesarios para pagar a mis proveedores o empleados. El segundo de los térnimos "oficio" dice el diccionario mencionado anteriormente : ocupación habitual. En esta descripción me voy a sentar precisamente en la palabra ocupación. El profesional ferretero debe estar plenamente ocupado. Ocupado en aprender, y para ello se necesita sin lugar a dudas muchas horas, a veces las que contamos no alcanzan, pero si lo realizamos con entusiamo seguramente esta ocupación será placentera. Recuerde que siempre sumamos conocimientos a través de la lectura, exposiciones, cursos de capacitación, y por supuesto también de los clientes (sí es increíble como a veces nos enseñan a nosotros). Nuestra ocupación no debe terminar en el mostrador o administración de nuestro comercio, usted leyendo este artículo, ya se está ocupando en sumar ideas, pero es solo una parte del proceso. Cuando una empresa lo invite a un curso de capacitación no deje de asistir. Si bien esta enseñanza estará orientada a los productos que esa compañia comercializa, usted se hará acreedor de nuevos conocimientos que increíblemente volcará luego en el mostrador. Me entristece ver que en algunos cursos, donde las fimas anfitrionas ponen un esfuerzo increíble para poder llevarlo a cabo, solo un puñado de ferreteros acude, y muchos de los que asisten lo hacen porque seguramente el coctel y el lunch son realmente buenos. Y no creo que los que no van, no lo hagan porque ya todo lo saben. Si lo invitan a una capacitación que hizo alguna vez, vuelva a concurrir, es importante, porque no solo que refresca conocimientos adquiridos, sino que siempre surje algo totalmente nuevo e interesante. Cuando veo a mis colegas preocupados por la situación económica hace resentir sus ventas, me pregunto cuanto se han ocupado para que este mal los afecte lo menos posible. Observe, siempre hay comercios que en épocas de crisis pueden surfear las olas con una gran habilidad, y esto lo llevan a cabo porque se han ocupado. Si usted es paciente hablaré en las siguientes notas de como ouparse. El tercero de los términos "ministerio" podría considerarse, que es el tiempo en que dura un trabajo en ejercicio. Precisamente, si bien no sabemos cuanto durará el lapso en que seremos ferreteros, lo importante es que desarrollemos nuestra labor con un cariño profundo. Dicho cariño es el que nos lleva a expandirnos, consiguiendo además que estemos armónicos y a gusto. Nuestro oficio no es cosa menor, no si lo desarrollamos al punto de profesionalizarlo. Siempre en nuestra mente tiene que existir que somos el mejor en la materia, que ningún cliente encontrará en otro comerciante a alguien que se equipare a nosotros, que podremos darle la respuesta certera, que tine nuestro respaldo en el caso de no satisfacerle el producto. Si trabajamos con profesionalismo, obtendremos el respecto de nuestros parroquianos y lograremos que aquellos feligreses que no confiesan nuestro culto comiencen a acercarse a la misa que ofresemos, y si no pueden escuchar la homilía y usted está seguro que es el pastor más capaz para brindarla, no se preocupe, deje que estas almas caídas concurran a otro sacerdote, también los que no se preparan tienen derecho a a vivir, aunque no lograrán la satisfacción de sentirse realizados.
Es por todo esto que sin lugar a dudas que "ferretero" es una profesión, un oficio y un ministerio.
Muchas gracias.

domingo, 20 de septiembre de 2009

"El ser del ferretero"

Muchas veces, cuando observo a mis colegas y a mí mismo, me parece que hemos sido cortados por una misma tijera. El mismo corte, aunque con distintos géneros.
Lo que sobretodo nos caracteriza es cierta rara forma de locura que para explicarla ameritaría toda una sociología del ferretero.
Pero por eso mismo, me pregunto si nuestros clientes se dirán al visitarnos: "voy a comprar porque me divierto con este que se hace el loco. ¿El ferretero estará chapita?" debería seguir viniendo a esta ferretería?. o ¿será que el otro lado del mostrador, con toda su complejidad, nos convierte en seres poco racionales?
Bueno, en realidad hay toda una lista para clasificar. Están los siempre nerviosos: nerviosos con su personal, nerviosos con los clientes y proveedores, no sé porque, pero generalmente tienen la cara roja. Están los gritones, le gritan a cuanta persona se acerque a ellos. Aquellos que atienden con sus esposas... ¡cómo! las maltratan públicamente. Los amables que pertenecen a una especie en extinción, aunque muchos de ellos poseen en su amabilidad cierto grado de falcedad, son amables y sonríen porque sólo piensan en vender y creen que con esto alcanza para hacer la caja diaria, ¡qué! error. Bien, me he propuesto hablarles de todas estas cosas, pero también de temas interesantes que hacen a nuestro mundo.
Quiero contarles de nuestro oficio, el personal, las maneras de atender, vender, etc. Pretendo diferenciar el rol de "vendedor" del de un simple despachante de productos. Aspiro a poder ayudarlos, y de ser posible a acrecentar vuestro crecimiento, con conocimientos basados en experiencias adquiridas del diario vivir, en cursos de capacitación, en exposiciones visitadas, en el desarrollo del sector mayorista y en libros leídos.
Anhelo ser una grata compañía para todos mis colegas y para aquellos que se interesen respecto del mundo ferretero. Abrigo la idea de que juntos hagamos una vida mucho más interesante que la de ser simple vendedores de tornillos, nuestro negocio es muho más complejo que ello, y el trabajo que desarrollamos debe realizarce profesionalmente. Quién lo piense así espero me acompañe dar otra vuelta de tuerca, para pintar con la mejor brocha los colores de la existencia. Muchas gracias.