Recesión y suba de precios:
Cómo actuamos frente a la crisis.
A fin de enero de
2014, los comerciantes del rubro ferretería y afines, nos chocamos con la
sorpresa de un repentino aumento de precios. La suba se disparó a un índice
medio del 30% hasta alcanzar unos alarmantes bordes cercanos al 50% por encima
de los valores manejados en días anteriores.
Demás está decir que
nuestro sector hace tiempo que no escapa a la generalizada inflación del país, habiendo
tenido que integrarse a los incrementos que mes a mes nos imponía el resto de
la economía. Pero el viraje rotundo del mes de enero, no sólo produjo cambios
en nuestra cotidianeidad, sino que además nos puso en estado de alerta y en
guardia.
En estado de alerta
ante la dolarización de algunas listas impulsadas por ciertas firmas líderes
que se han convertido en las verdaderas formadoras
de precio. A las cuales nos manifestamos en oposición, ya que no
se trata de una moneda de uso oficial. Y en estado de guardia, ante un rumbo inviable
que no debemos permitirnos aceptar pasivamente.
Por esta razón, C.A.F.A.Ros
(Cámara de Ferreterías y Afines de Rosario) fue pionera en actuar. Luego de la
reunión de su comisión directiva, emitió un comunicado que llegó a ser noticia
importante dentro de los medios periodísticos de la ciudad. Posteriormente, en
la ciudad de La Plata, formamos parte de la reunión que fue convocada por la MECONAFE (Mesa Nacional
Coordinadora Ferretera), a través de la cual dimos a conocer un comunicado de
emergencia del que se hicieron eco los medios de prensa de las ciudades en la
que actúa dicha institución. De este modo, logramos mediante la unión de cámaras, que muchos formadores
de precios den marcha atrás al aumento de las listas. Aunque cabe señalar que
pese a los esfuerzos, aun no todas se retrotrajeron por completo al punto de
partida.
Ahora bien, si nos
preguntamos a qué se debió el estado de cosas, tal vez queden pocas dudas sobre
el factor político que lo originó. Lo cierto, es que en el actual huracán de
subidas, los sectores que más se perjudican son los últimos de la cadena
económica, es decir: los consumidores finales y nosotros, los ferreteros.
Por nuestra parte
-por si fuera necesario explicarlo-, digamos que al no poder reponer la
mercadería, el producto obtenido de la venta no nos habilita a poder recuperar
el bien. En consecuencia, comenzamos a bajar el stock con los peores resultados
para los comercios más pequeños. A lo cual se suma que también padecemos de una
desinformación generalizada. En estos
días pudimos ver cómo numerosísimos proveedores han desaparecido literalmente
del mercado como por arte de magia, sin entregar mercadería y aún cuando lo
hacían, muchos la entregaban precedida por remito abierto y sin precio,
agregando así una incertidumbre más a las ya demasiado conocidas en este escenario.
Así, verificamos por último, que a los problemas que sufre el sector, se le añade
la modificación de las pautas de comercialización, por las que se han acortado
los plazos de pago hasta imponer inclusive, en algunos lastimosos casos, el
costeo por anticipado.
En contrapartida a
los abusos de los actores del desajuste, nuestra cámara quiere valorar la
nobleza de muchos proveedores y distribuidores que han acompañado positivamente
al sector. Se tratan de empresas familiares que han resistido a los formadores de precio y por ello serán
merecedores de las distinciones de la MECONAFE.
¿Qué más tendremos
que hacer entonces? No todos son iguales. No todo da lo mismo. No perdamos la
memoria: castiguemos a los que nos llevan a esta situación disminuyéndoles la compra o reemplazándolos por otros proveedores
que no especulen o contribuyan a hundirnos en esta terrible agitación. Los
argentinos somos expertos en navegar por aguas turbulentas. Esta crisis trajo
consigo la caída en picada de las ventas en todas las ferreterías y afines de todo el país. De modo que tendremos
que volver a poner en práctica nuestro ingenio: vender marcas alternativas, adecuar
nuestros mostradores y convertirlos en vidrieras atractivas, dedicarle más tiempo
al asesoramiento de nuestros clientes, bajar todo el coste posible sin perder
el enriqueciendo del valor humano. Pues, recordemos que la buena atención
siempre es una marca diferencial.
“La unión hace la fuerza”
Agradezco a
C.A.F.A.R.A y su revista por este espacio para la difusión de ideas y de la
promoción de planes para la reconciliación sectorial.
Sergio Raúl
Angiulli
Miembro de
comisión directiva de C.A.F.A.R.A
Presidente de
C.A.F.A.Ros.