sábado, 25 de junio de 2016

CÓMO INTERPRETAR A LOS CLIENTES. Parte primera.

   Interpretar a un cliente no es materia que se aprende en un par de lecciones o en algunos pocos días. Es un  arduo trabajo que a través de jornadas intensas y de mucho tiempo, nos va desarrollando como verdaderos profesionales ferreteros. 
   Esto no significa que debemos dejarlo solamente a la práctica del día a día. Si bien el hábito diario ayuda y mucho, a un cliente hay que atenderlo cuando éste llega al mostrador y no dentro de algunos años cuando estemos formados a través de ensayo prueba y error.
   Entonces surge la pregunta ¿Cómo nos hacemos?
   Nadie puede empezar a trabajar en una ferretería y presentarse en el mostrador preguntando ¿Quién sigue? o ¿En qué puedo ayudarlo? Les cuento que esto pasa muy a menudo incluso con dueños que adquieren un negocio del ramo sin tener los más mínimos conocimientos del oficio. Si empezamos por acá, estamos fracasando en el intento o extendiendo los plazos de desarrollo profesional.

    El primer paso que todo aspirante debe dar es limpiando. Si señor esto no es nada despectivo ni desmerecedor, tampoco tiene que ser visto o aplicado como pagar el derecho de piso. Limpiando se aprende muchísimo. Mientras uno barre un depósito o cualquier sector de la ferretería, debe hacerlo observando todo lo que se tiene alrededor, y preguntándose, aunque no tenga respuestas en un primer momento, que significará ese nombre en una etiqueta, desconocido para el aspirante hasta el momento, pero que pronto esa adquisición de nombres y objetos cerrará el círculo de aprendizaje que todos tenemos.
   El segundo paso es comenzar a trabajar en la  recepción de pedidos. Simplemente tomando una factura de compra o remito, e intentando separar primero por lo que es conocido, segundo deduciendo por cantidades o medidas que la descripción del artículo pueda brindarnos, y tercero consultando a un compañero por aquellos productos que no se tiene idea de qué se tratan.
   El tercer paso, después de haber tenido varios días de práctica con el primero, es empezar a estibar la mercadería, por supuesto el proceso de asimilación siempre tiene que estar asistido y supervisado, corregido y explicado. Nadie nació sabiendo, ni siquiera los que hoy explican a los novatos.
Hasta aquí tendríamos una parte importante del aprendizaje. Un vendedor de mostrador de ferretería, no debería estar en la atención al público hasta tanto no haber superado estos tres pasos correctamente.
   También en esta etapa, debe recurrir a sus compañeros o superior con cuántas preguntas le surjan y ayudarse en solitario por todo lo que en las redes sociales pueda conseguir.
   El cuarto paso es ir adentrándose en medidas, pasos  y pesos. Cómo ya en muchísimas oportunidades habrá controlado y guardado bulones, tornillos, alambres, etc, seguramente  ha aprendido  cómo se presentan estos artículos. Esta materia puede ser superada con mayor facilidad por las personas amigas a las matemáticas. Algo que considero importante: Las personas que tienen sabidas las nociones básicas en númros, pueden desarrollarse como profesionales ferreteros en menor tiempo que las que no lo tienen. En más si alguien aborrece de esta ciencia es probable que tenga capacidades excelentes para  otros rubros, pero jamás para trabajar en una ferretería.
   También en esta etapa y en todas las etapas de la vida, el buen ferretero debe asistir a cuánta capacitación de oficio tenga  oportunidad. En mi ciudad y a modo de ejemplo, la Cámara de Ferreterías, que presido, brinda  Actualizaciones Empresarias. Esta tarea se desarrolla conjuntamente con empresas del sector que traen a los encuentros, técnicos en la materia para instruir a los ferreteros, además ayornan con los últimos lanzamientos del mercado. Aconsejo visitar el siguiente facebook:
https://www.facebook.com/cafaros.cafaros/
  El cuarto paso sería incursionar en el mostrador, pero este tema será desarrollado en la segunda parte de esta nota.


   A todos los lectores del mundo, muchas
gracias por leer mis notas y por vuestros comentarios.

CÓMO INTERPRETAR A LOS CLIENTES. Parte primera.

   Interpretar a un cliente no es materia que se aprende en un par de lecciones o en algunos pocos días. Es un  arduo trabajo que a través de jornadas nos va desarrollando como verdaderos profesionales ferreteros. 
   Esto no significa que debemos dejarlo solamente a la práctica del día a día. Si bien la práctica ayuda y mucho, a un cliente hay que atenderlo cuando éste llega al mostrador y no dentro de algunos años cuando estemos hecho a través de ensayo prueba y error.
   Entonces surge la pregunta ¿Cómo nos hacemos?
   Nadie puede empezar a trabajar en una ferretería y presentarse en el mostrador preguntando ¿Quién sigue? o ¿En qué puedo ayudarlo? Les cuento que esto pasa muy a menudo incluso con dueños que adquieren un negocio del ramo sin tener los más mínimos conocimientos del oficio. Si empezamos por acá, estamos fracasando en el intento o extendiendo los plazos de desarrollo profesional.

    El primer paso que todo aspirante debe dar es limpiando. Si señor esto no es nada despectivo ni desmerecedor, tampoco tiene que ser visto o aplicado como pagar el derecho de piso. Limpiando se aprende muchísimo. Mientras uno barre un depósito o cualquier sector de la ferretería, debe hacerlo observando todo lo que se tiene alrededor, y preguntándose por más de no tener respuestas en un primer momento, que significará ese nombre en una etiqueta, desconocido para el aspirante hasta el momento, pero que pronto esa adquisición de nombres y objetos cerrará el círculo de aprendizaje que todos tenemos.
   El segundo paso es comenzar a trabajar en la  recepción de pedidos. Simplemente tomando una factura de compra o remito, e intentando separar primero por lo que es conocido, segundo deduciendo por cantidades o medidas que la descripción del artículo pueda brindarnos, y tercero consultando a un compañero por aquellos productos que no se tiene idea de qué se tratan.
   El tercer paso, después de haber tenido varios días de práctica con el primero, es empezar a estibar la mercadería, por supuesto el proceso de asimilación siempre tiene que estar asistido y supervisado, corregido y explicado. Nadie nació sabiendo, ni siquiera los que hoy explican a los novatos.
Hasta aquí tendríamos una parte importante del aprendizaje. Un vendedor de mostrador de ferretería, no debería estar en la atención al público hasta tanto no haber superado estos tres pasos correctamente.
   También en esta etapa, debe recurrir a sus compañeros o superior con cuántas preguntas le surjan y ayudarse en solitario por todo lo que en las redes sociales pueda conseguir.
   El cuarto paso es ir adentrándose en medidas pasos  y pesos. Cómo ya en muchísimas oportunidades habrá controlado y guardado bulones, tornillos, alambres, etc, seguramente  ha aprendido  cómo se presentan estos artículos. Esta materia puede ser superada con mayor facilidad por las personas amigas a las matemáticas. Algo que considero importante: Las personas que tienen sabidas las nociones básicas de matemáticas, pueden desarrollarse como profesionales ferreteros en menor tiempo que las que no lo tienen. En más si alguien aborrece de esta ciencia es probable que tenga capacidades excelentes para  otros rubros, pero jamás para trabajar en una ferretería.
   También en esta etapa y en todas las etapas de la vida, el buen ferretero debe asistir a cuánta capacitación de oficio tenga  oportunidad. En mi ciudad y a modo de ejemplo, la Cámara de Ferreterías, que presido, brinda todo los meses Actualizaciones Empresarias. Esta tarea se desarrolla conjuntamente con empresas del sector que traen a los encuentros, técnicos en la materia para instruir a los ferreteros, además ayornan con los últimos lanzamientos del mercado. Aconserjo visitar el siguiente facebook:
https://www.facebook.com/cafaros.cafaros/
  El cuarto paso sería incursionar en el mostrador, pero este tema será desarrollado en la segunda parte de esta nota.
   A todos los lectores del mundo, muchas
gracias por leer mis notas y por vuestros comentarios.